
El despertar
by Atman Nityananda
El despertar no es una experiencia de trance, ni se asocia con la experiencia de dimensiones superiores, vibraciones más altas y otras similares. Es la realización intuitiva de que somos la luz de la Conciencia, que es el fondo silencioso siempre presente de toda experiencia.
Aunque requiere la preparación de la mente a través de disciplinas y prácticas sistemáticas, el despertar no se logra mediante alguna técnica, sino que ocurre espontáneamente en un momento determinado por la gracia de Dios. En algunos pocos casos el despertar ocurrió sin práctica previa, como en el caso de Ramana Maharshi, pero por lo que sabemos él había alcanzado un alto nivel a través de la práctica en su encarnación anterior.
No somos conscientes de que somos Conciencia a causa de la falta de pureza de la mente, la extroversión de la mente, la identificación con el ego, el cuerpo, los pensamientos y las emociones, el inadvertencia y la falta de discriminación.
A medida que a través de la práctica y la meditación crezcas en tu capacidad de ser cada vez más firmemente consciente de la presencia silenciosa interior y no te identifiques con los pensamientos, las emociones, los sentimientos y los impulsos, eventualmente te darás cuenta de que no eres el cuerpo, los pensamientos, el ego o lo que creías que eras, sino la presencia silenciosa interior de la Conciencia (la luz de la Conciencia) que es el fondo silencioso y constante de los pensamientos, las emociones, los impulsos y las percepciones sensoriales. La comprensión de que la presencia silenciosa interior de la Conciencia es lo que realmente somos es el verdadero despertar.
El despertar no es el estado final llamado liberación, iluminación, teosis o autorrealización. A través del despertar entramos en la esencia de la vida espiritual y en nuestro camino hacia la liberación y la plena identificación con el Espíritu universal de la vida (Dios, Brahman, la Conciencia última).